06 diciembre 2011

"Espera a la primavera, Bandini"

Son instantes de querer entrar en una cama cálida sin fin, donde poder ver como se escapan las plumas del cojín y estornudar repetidamente. No querer salir nunca a no ser que sospeches que alguien vigila. Momentos de esos en que crees que exageras las cosas pero que por mucho que busques tampoco encuentras soluciones inmediatas. Palabras en una sola dirección fácil de esquivar pero que te mantienen atado de pies y manos. Mentira. Y resulta que el lugar más cálido acaba siendo la nevera. Sientes aquella fría sensación que te acaricia la cara, de esa forma tan pura y transparente y piensas " ojalá durase para siempre ésta paz". Pero vuelves a sentir el frío, ésta vez más cortante, y decides cerrar la puerta antes de dejar que se te caiga el moco.

27 noviembre 2011

05 octubre 2011

ayer

La fragilidad con la que mira su entorno le desgasta. aquel avión que vio tumbada al fresco nunca volvería a ser el mismo, ni a la misma hora, ni con los mismos pasajeros impacientes por llegar a un destino; perdiendo lo emocionante del trayecto. Ella, una vez más se preguntaba donde quería llegar. Recuerda el capítulo 7 de rayuela y anhela sentir su mirada cíclope delante del espejo. Se funden las ganas con la aspereza, y sólo puede encender un cigarrillo cuando ni siquiera le apetece fumar. Es como si no supiera estar quieta en ningún lugar y combatiera esa lección aún no aprendida manteniéndose aún más estática. No debería importarle esperar. Aquel vientre fue únicamente suyo. A menudo mete la mano por la rendija del buzón vecino y lo lee todo; otras se tumba a esperar un nuevo ocaso.

hoy

Es cobijo de situaciones amargas y espectador de los encuentros más dulces. Hace posible el tarareo de canciones que recuerdan grandes momentos. Sangra en ocasiones y se reseca en las frías noches de invierno.
Mi paladar y yo guardamos una vieja y estrecha amistad.
Te quedaste enganchado en él sin apenas tocarme...en Otoño vuelves a florecer.

05 julio 2011


Imagino que los cohetes algún día despegaran hacia las raíces, que me hago nudos en los dedos de los pies y que Robin estaba orgulloso de ser un segundón. Aún no. Huelo las hojas de propaganda que se acumulan en el buzón.

26 abril 2011

[tercera parte]

Noche fría. Se despierta al compás de los huesos que se le van quebrando, cada vez más rápido. Su mayor preocupación: ¿con qué podrá hoy calzar sus pies para ganarle el pulso al frío asfalto?. Alguien se ha llevado la poca ropa seca que le quedaba. Pero él ya no entra en cólera, no mira atrás. Los pronombres han dejado de ser personales, posesivos. Su techo cambia cada día y descubre así como el sol le hiela y la nieve le arropa. El norte y el resto de puntos cardinales también le han abandonado, ¿ quién querría seguir guardando sus delirios?. Aquel portal le resulta familiar, como el de ayer, el del mes pasado...y él siempre hace sonar el timbre del mismo piso. De nuevo 4º 1ª. Pero hoy será distinto.


Una voz rota suena al otro lado y, sin saber bien porqué, la ira, después de mucho tiempo dormida, se apodera de su ser...

18 abril 2011

[Segunda parte]

Cansada de la obscena subjetividad en que se ve atrapada a diario por ser la "hija de", se juró no revelar nunca su secreto. Las gentes se preguntan dónde irá cada jueves, con quién se estará viendo. Sólo pretenden alimentar sus no-vidas con migajas ajenas. A la fuerza, se ha convertido en una gran estratega: su falsa sonrisa es en realidad su gran aliada para jugar, una vez por semana, al despiste. Recuperar el aliento, poder poner los pies en la tierra sin sentir nauseas.
Toda la perfección que la rodea se esfuma cuando entra en esos 60 metros cuadrados. No hay espejos ni títeres que la cortejen, no hay metas regaladas. Un colchón y esa mirada indiscreta que la despoja de sus demonios logran convertir esa hora de libertad en la droga más pura.


Adicta, volverá cada jueves a por más.

05 abril 2011

cazador cazado

[Primera parte]

Cae ceniza sobre la mesa, parece no importar. Hace semanas que las colillas se hunden en el fondo de la taza que le regalaron por su primer ascenso, o quizás fuera por sus posteriores descensos. Los cables han sido arrancados, los ruidos silenciados. El punto de mira se detiene ante la misma presa cada seis de la tarde. La respiración se acelera al verla aparecer. Se sirve un whisky con hielo y se concentra para no perderse ningún movimiento. Su mirada la acecha, le da caza en su pensamiento. Esa ventana vuelve a convertirse en posibilidades y deseos. Sonríe intermitentemente.
La silla se quiebra, él cae. Tumbado en el suelo se reincorpora rápidamente, comienza a jadear, las luces al otro lado se han apagado, la minutera marca tres cuartos, ella ya no está.

Se libera un grito de decepción.






23 febrero 2011

El Arpegio de los mendigos

resuena en esta habitación-escondite de una misma.

Y recuerdo lo que una gran persona me dijo sobre las grandes historias de amor. Sorbo de café. He olvidado ponerle azúcar, otra vez.

08 febrero 2011

El hegemónico nadie

Al final interceptó lo deseado.

Llevaba años encerrado en aquel viejo torreón a las afueras del pueblo. Olvidado. Su ímpetu crecía noche tras noche por encontrar la fórmula definitiva. No abandonaba. Cuadernos llenos de notas, garabatos y polvo se acumulaban por toda la habitación. No respetaba ningún tipo de métrica y engullía los márgenes, quizá ese fuera el único alimento desde hacía días. Sus pupilas orbitaban a esa única idea. El paladar, cada vez más agrietado había olvidado el viscoso juego que le ofrecía la saliva. Sólo tenía un horizonte sobre el cual trazar su mañana...sólo deseaba volver a sentir como el aire se convertía en fuego al respirar...sólo deseaba, y por fin lo había descubierto, volver a sentirse vivo...aunque para darse cuenta hubiese necesitado toda una vida.


20 enero 2011

La velocidad de la luz


El cambio atrapa. Atrajo hasta su epicentro, lo arrasó todo y ya no había más metas en el horizonte que seguir mudando la piel, con ambas sonrisas.
El arañazo hiere, de nuevo. Corroe la esencia, esta vez desprovista de escudos y muros. Entorpece la mente y espesa la sangre, el sentir con claridad.
El equilibrio. Perdón, quiso decir:" ¿El equilibrio?". Está nublado. No vuela. Las uñas siguen creciendo enrojecidas, pero no han aprendido a hablar. Rascan todo aquello que ,una vez más ,se queda colgado de una espalda cada vez más llena, más vulnerable.
El hipo persistente ahora ya es epiléptico, inesperado, tartamiedoso.
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"La sencillez que persigues te promete poco entretenimiento, quizás el masoquismo sea el mejor traje. Pero no pasa nada, sólo la puta circunstancia",piensa. Aunque sabe que, posiblemente, esté volviendo a oscilar entre lo que desea y la realidad.





08 enero 2011

Palahniuk a la taza

Su personaje interior sólo busca el placer del arañazo, sentirse dentro de plano por instantes aunque sea visto como villano. Hacer florecer la ira de los que le rodean es mejor que permanecer en la delirante transparencia, piensa. Cada noche afila sus pezuñas, arranca un par de botones a su camisa de franela, se calza de envidia y con rictus agriado emprende su peregrinaje en busca de su club de la lucha particular.

¿Despertarse con la holística entre ceja y ceja será síntoma o secuela?