26 abril 2011

[tercera parte]

Noche fría. Se despierta al compás de los huesos que se le van quebrando, cada vez más rápido. Su mayor preocupación: ¿con qué podrá hoy calzar sus pies para ganarle el pulso al frío asfalto?. Alguien se ha llevado la poca ropa seca que le quedaba. Pero él ya no entra en cólera, no mira atrás. Los pronombres han dejado de ser personales, posesivos. Su techo cambia cada día y descubre así como el sol le hiela y la nieve le arropa. El norte y el resto de puntos cardinales también le han abandonado, ¿ quién querría seguir guardando sus delirios?. Aquel portal le resulta familiar, como el de ayer, el del mes pasado...y él siempre hace sonar el timbre del mismo piso. De nuevo 4º 1ª. Pero hoy será distinto.


Una voz rota suena al otro lado y, sin saber bien porqué, la ira, después de mucho tiempo dormida, se apodera de su ser...

2 comentarios:

  1. estuve un tiempo con la necesidad de darme cuenta de que y porque y a veces hasta de quien.. pero siempre hubo pajaros, pajaros trasparentes, espero que sepas entender mi torpeza para hacer del pensamiento y del tiempo una pareja productiva...receta mas facil seria sustituir el pensamiento por el recuerdo, y obviar por completo el tiempo, pero pajarillo azul!! acaso no hay recetas que de tanto probarlas pareciera que solo tomaras una bocanada de aire denso y caliente?
    en cualquiera de los casos siempre hubo pajaros.

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