20 enero 2011

La velocidad de la luz


El cambio atrapa. Atrajo hasta su epicentro, lo arrasó todo y ya no había más metas en el horizonte que seguir mudando la piel, con ambas sonrisas.
El arañazo hiere, de nuevo. Corroe la esencia, esta vez desprovista de escudos y muros. Entorpece la mente y espesa la sangre, el sentir con claridad.
El equilibrio. Perdón, quiso decir:" ¿El equilibrio?". Está nublado. No vuela. Las uñas siguen creciendo enrojecidas, pero no han aprendido a hablar. Rascan todo aquello que ,una vez más ,se queda colgado de una espalda cada vez más llena, más vulnerable.
El hipo persistente ahora ya es epiléptico, inesperado, tartamiedoso.
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"La sencillez que persigues te promete poco entretenimiento, quizás el masoquismo sea el mejor traje. Pero no pasa nada, sólo la puta circunstancia",piensa. Aunque sabe que, posiblemente, esté volviendo a oscilar entre lo que desea y la realidad.





3 comentarios:

  1. La realidad a veces es tan cruda que solo queda el deseo, la imaginación.
    Encontrar el equilibrio entre ambas sería lo suyo.
    Animo!

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  2. ya te he escrito pero la realidad es la que es... hay momentos en que no se puede luchar ni hacer nada para cambiarla momentos que parecen conjelados, moementos que parecen inmoviles y muertos, pero que aunque no te des cuenta avanzas hacia otro lugar, las pausas te hacen fuerte y te reafiman en lo mas hondo de tu realidad (por lo menos a mi me pasa, ahora no puedo mover ficha pero el inmovilismo me hace fuerte y me reafimra en lo que siento y lo que quiero y me prepara para algo mejor del fututo)
    ya lo comentaremos!

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  3. sí, tienes razón. El stand-by no es malo, igual que no lo es el conflicto. Pero cuando te encuentras entre dos peldaños, a cual más inestable, el tiempo se detiene y te punza más que te enseña.
    Gracias por tus comentarios!! :)

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