23 marzo 2014

Que jodidamente lúcida entras hoy por la ventana, baby...

Han despegado de la yema de tus dedos más de un par de aviones, el espacio perfecto, la muchedumbre con tobillos de acero. Que sí, que no abrir los ojos parecía imprudente, un nexo entre lo impasible y lo imposible. Lo has alcanzado y lo que escapó ahora es más prisionero que nunca de tu recuerdo, de las ganas de inundarse de tí a más no poder. Pero no. Eres lo más parecido a un suelo hidráulico recubierto de miedos, de acordes de Crawlin' King Snake. Tira de la hilacha mu-cha-cha. 




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