20 marzo 2010

DERECHO AL DELIRIO II


Y cuando está del todo rota sólo quiere sentir que mereció la pena. Aunque nadie, ni ella misma lo entienda. No busca ni rebusca. No espera ni desespera. Sonríe y recuerda, incluso se le mojan las mejillas. Y sigue sin importarle que nadie lo sepa. Lo único que desearía es sentir como le tiemblan las piernas. Como se retuercen los instantes en su estómago. Como se le empañan los recuerdos. Como cree conocer lo que ahora ya es desconocido. Como arde su cabeza. Y anoche volvió a soñar con la Guerra de los botones, pero si algún día el hielo aprendiera a leer ella querría decirle que ya nunca piensa en él.

fotografía Los Cahorros altos ( Monachil, Granada).

2 comentarios:

  1. pero el hielo ni leer ni dar calor puede.

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  2. por eso ella es tan covarde que le sigue escribiendo. Y le sigue quemando lo frío que es.

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