04 junio 2010

Tengo muchísimas ganas de explicar una sensación inverbalizable.
Pero como no puedo, escribiré lo que me mantuvo en vela la primera noche en Cabo de gata ( Almería) entre risas, bicicletas y agua salada. No es más que lo siguiente:

"Aunque distinto y de instinto suenen y se escriban parecido, tengan significados diferentes y musicalmente hagan buena pareja, no son ,en mi mundo, más que el tic-tac del tiempo que se para cuando los colores parecen romperse en forma de ballena."

Y luego, sin dormir, continué desencajándome la mandíbula de risa.

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