24 mayo 2010

Los golpes ,sean del tipo que sean, duelen más cuando van pasando las horas - comprovado-. Las palabras, las miradas desconcertantes y los verbos conjugados en condicional...de esos sólo puedo hablar añadiendo un bufido. Una mejilla morada duele más al cabo de los días, en cambio, un beso deja de saber a medida que pasa el tiempo. Incluso se olvida. Las conversaciones de insomnio - hablo de las húmedas-...esas cuestan más de olvidar.

Hoy el primer baño en el mar andalú, lleno de risas, sal y muchos porque's.

Que más da.

Nunca he aprendido a saber estar quieta y en movimiento a la vez, pero me río, eso, creo, se me da bastante bien. Igual que escribir con absencia o exceso de comas.

Una que suele moverse por los extremos.






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