30 diciembre 2009

Lights behind windows


Puede que haya cantado mil ochenta veces que mi vientre es el mejor lugar donde encontrarme, que me peine siempre desafiando a la ley de la gravedad o que ni siquiera lo haga, que me esconda detrás de nada para huir del todo, que el pie derecho siempre camine al lado del izquierdo y que nunca hayan cruzado palabra, que me excite con el olor de tierra mojada, que odie la ropa interior con costuras, que el rechinar de una puerta me haga reír o que insista en dos azucarillos mínimo en cada taza de café. Pero nunca he dudado que si perforas una semilla esta no crecerá jamás.

En la imagen, árbol que gobernaba la placeta de la cruz donde vivo en Granada.

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