Ayer volví a verla. Otra vez. Y me encantó. Sin a penas contacto físico...el silencio, el humo de un cigarrillo alejándose por la densa atmósfera y el contoneo de un termo lleno de fideos chinos. Esa es la historia. Soy más Sra. Chan de lo que creía.
Lo debía haber olvidado.
Lo debía haber olvidado.
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