Ayer soñó que volvía a ser la chica con las gotas de mar salada en la espalda. Lo recordaba justo ahora cuando escuchaba el Everything is new e intentaba decidir si le gustaba o le deprimía hasta la médula.
¿A quién pretendes engañar cuando piensas en no perder la compostura? (suena el teléfono)
Nunca dejó de ser la chica, sólo que a veces se mostraba como esa, esta o aquella, por si el arañazo se hacía más intenso que la caricia y necesitaba un paracaídas.
Sólo necesitaba - sin saberlo- algún capitán que gritara ¡Adelante!, para, entre tantas mareas y mareos, seguir remando lejos de esa orilla tan contaminada, con mayores sonrisas que las de antes, si cabe.
Y para sentirse más anónima al final de cada raya cambiar el "me" por el "se".
¿A quién pretendes engañar cuando piensas en no perder la compostura? (suena el teléfono)
Nunca dejó de ser la chica, sólo que a veces se mostraba como esa, esta o aquella, por si el arañazo se hacía más intenso que la caricia y necesitaba un paracaídas.
Sólo necesitaba - sin saberlo- algún capitán que gritara ¡Adelante!, para, entre tantas mareas y mareos, seguir remando lejos de esa orilla tan contaminada, con mayores sonrisas que las de antes, si cabe.
Y para sentirse más anónima al final de cada raya cambiar el "me" por el "se".
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